Self-managed abortion: Exploring synergies between institutional medical systems and autonomous health movements

Abstract

La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve y exacerbado la disparidades e inequidades dentro de todos los sectores de la sociedad. Mujeres, niñas, y las personas marginadas se ven afectadas de manera desproporcionada por esta crisis. Para millones de personas en todo el mundo que viven encerradas, cuarentena u otras medidas, el acceso al aborto seguro, independientemente de las leyes nacionales, se ha vuelto aún más difícil de lo que era prepandémica. La pandemia ha demostrado cuán simples y desmedicalizados modelos de el acceso al aborto no solo es posible, sino deseable. La pandemia provocó un interés creciente entre los investigadores y las políticas fabricantes de modelos alternativos de acceso al aborto, especialmente a distancia modelos que emulan las prácticas de autocuidado 1 [2-4]. Existe la oportunidad para aportar conocimientos sobre el uso comunitario del aborto medicinas, promovidas por grupos feministas y sus prácticas y documentado en la investigación de salud pública, a la práctica médica dentro de sistemas institucionales establecidos [3-5]. Para los propósitos de este documento, utilizamos la distinción de Braine entre sistemas médicos institucionales y movimientos autónomos de salud [6]. “Médico institucional sistema ”se refiere a la atención médica que ocurre bajo el estado y control institucional. Braine define "movimientos de salud autónomos" como una forma de acción directa desarrollada por activistas anclados en los movimientos de justicia social y trabajando en comunidad